"Prueban" el mundo con la boca. Son curiosos, exploran el ambiente con el sentido del tacto y del gusto. También son distraídos y les gusta jugar mientras comen. Son pequeños y no saben distinguir entre un objeto comestible y otro que no lo es. No importa el motivo. Lo cierto es que tu bebé, hasta los tres años, corre el serio riesgo de tragarse un elemento extraño que le podría provocar un cuadro de asfixia. Y si no lo detectás a tiempo, el desenlace puede ser muy grave.

Durante el 32° Congreso Argentino de Otorrinolaringología que se desarrolló en Rosario, entre el 29 de agosto y el 1 de este mes, se informó que el 30% de los niños sufren accidentes por la ingesta o inhalación de cuerpos extraños. Esa es, además, una de las principales causas evitables de muerte en menores de tres años.

Un estudio elaborado por profesionales de los hospitales Garrahan y Gutiérrez, de Buenos Aires, y Alassia, de Santa Fe, entre enero de 2010 y abril de este año, detectó que el 52% de los casos analizados corresponde a menores de tres años. El grupo de niños de entre seis y 14 años que sufren este tipo de accidentes constituyen el 23%.

En el 80,3% de los casos había un adulto presente en el momento del accidente. Este ocurrió mientras el niño comía (en el 48% de los casos) y mientras jugaba (en el 40%).

Expulsiones
"Algunos de los cuerpos extraños son expulsados por reflejos protectores (como la tos o el vómito) o mediante maniobras asistenciales. Lamentablemente, un porcentaje significativo de casos impacta en las vías aéreas, y entonces el paciente llega a la consulta médica con diferentes grados de complejidad", explicó Dario Gregori, de la Universitá degli Studi de Padua. Él participó de un workshop del Congreso titulado "Prevención de accidentes de asfixia en niños: una práctica fundamental para la comunidad latinoamericana".

Las vías aéreas son la parte del aparato respiratorio por la que el aire circula en dirección a los pulmones y está compuesto por fosas nasales, boca, faringe, laringe, tráquea, bronquios y bronquiolos.

La gravedad de un cuerpo extraño alojado en las vías aéreas depende de su naturaleza, su tamaño, su localización y, sobre todo, del grado de obstrucción que origina.

En los primeros años de vida los niños suelen tragar cuerpos extraños orgánicos. Cuando van a la escuela, artículos de librería.

Entre los orgánicos los más frecuentes son semillas de girasol (24%) y maníes (19%). Dentro de los inorgánicos los más comunes fueron tapas de birome (8%), seguidos por partes de juguetes (7%).

Síntomas
Gregori comentó que los síntomas dependen de la edad del paciente, del tamaño y características del cuerpo extraño (peso, composición, etcétera) y del tiempo de evolución. "A pesar de ello, los más comunes son dolores, tos, sibilancias, laceraciones, sangrado ydrenaje purulento", completó el especialista.

El pediatra Hugo Fernández advirtió que los síntomas de aspiración pueden simular diferentes enfermedades como asma, bronquitis, crup y neumonía. "El factor más importante para el diagnóstico es la presencia de la historia de asfixia, ya que la triada clásica de tos, hipoventilación y sibilancias localizadas está presente en menos del 40% de los pacientes", comentó Fernández.

El 65% de los niños fueron hospitalizados entre 1 y 47 días. Pero el 88% de ellos estuvo menos de 48 horas bajo atención médica. El período de hospitalización corto demuestra la seguridad del procedimiento endoscópico. En el 36% de los casos se extrajo el cuerpo extraño dentro de las 24 horas de haber sido tragado y en el 27% fue dentro de la primera semana.